Adolfina Santos, de 45 años, ha sido quemada viva en Tahehyí, a 300 kilómetros de Asunción, Uruguay, al ser condenada por bruja por el cacique de la etnia Mbya a la que ella pertenecía. La indígena fue atada a un palo, para que después miembros de la tribu le lanzaran flechas con sus arcos, y terminase siendo incinerada en una pila.