Hoy que se celebra uno de
los muchos temas que como mexicanos nos atan al pasado y nos impiden mirar con
objetividad el presente y el futuro, les comparto este texto:
¿Cuál es la razón por la
cual unos pueblos avanzan y otros no?, una pregunta que muchos economistas
principalmente se cuestionan, ¿Cómo es posible que sigamos viviendo con la
esperanza del cambio con miras al futuro pero encadenados a nuestro pasado?, ¿Por
qué México es cómo es?
Una serie de preguntas que nos hace reflexionar inmediatamente y nos impulsan a responder de manera equivocada, lanzando respuestas y soluciones anticipadas de la causa de nuestros males como nación: es que los españoles nos conquistaron, es que se llevaron toda nuestra riqueza, es que éramos un pueblo lleno de perfección, es que los gringos y los franceses y todos están en mi contra; pero eso sí, somos los favoritos de la Virgencita, nuestra Morenita, la que nos quiere mucho por ser humildes, por ser pobres, ah pero eso sí, honrados.
Podríamos pasar horas y horas analizando el contexto situacional de nuestra sociedad, basándonos en la falsa historia que nos han contado; y es que si bien todos fuimos educados bajo el precepto de adorar a héroes caídos, que fueron derrotados por el malo de la historia, con el simple y único objetivo de dar libertad e igualdad a nuestra patria, hoy en día podemos ver como dichos ideales son más que una propaganda malgastada del famoso cambio que como sociedad seguimos esperando.
Seguimos sumidos en el triste recuerdo de la derrota y eso no nos permite avanzar y enfrentar el presente en el que vivimos; estos mitos nos han generado los traumas que nos tienen atado a un pasado que 500 años después siguen siendo la llaga que no puede cerrar.
Y es que los mitos no son más que una mentira, una mentira que necesita de otras mentiras más pequeñas para poder seguir manteniéndose, pero son mentiras que han generado en nuestro individuo postrado en el diván, una serie de traumas que lo mantienen en el constante sufrimiento de la derrota y nos han brindado a los mexicanos de hoy en día un trauma latente que solo sigue propiciando la mediocridad que como pueblo nos ha caracterizado desde hace algunos cuantos siglos.
Esta es una lectura altamente recomendable para todos aquellos que nos enfocamos en generar ese cambio que tanto tiempo hemos deseado en nuestra sociedad, sin embargo no es una lectura difícil de digerir para todos aquellos que se nieguen a aceptar las contradicciones que nuestra cultura posee, ni mucho menos para todos aquellos que se aferran a los ideales infundados por una mala educación en nuestro país.
